Visita Yuso
1. El santo
San Millán, pastor nacido en el año 473 en Berceo, es un eremita discípulo de san Felices, el de Haro. Muere el 12 de noviembre del año 574 y es enterrado en su cueva de Suso. La cueva se convierte en ermita, y la ermita, con el tiempo, en iglesia y un pequeño cenobio en el que vive una comunidad presidida por un abad.
Cuando muere Millán, el rey Leovigildo está a punto de conseguir la unidad política de las tierras de España. San Braulio, obispo de Zaragoza, con los testimonios de los discípulos de san Millán, escribe la vida del santo. Nos encontraríamos hacia el 634, entre el IV y V concilio de Toledo, cuando se inicia el calendario de los santos propios de la liturgia hispana. Y como era el primer santo “propio”, el humilde Millán es aclamado como “padre y patrón”. Es, pues, el primer patrón que ha tenido España. Patrón en el sentido de padre, modelo y protector.
Fernán González lo invoca como patrón de Castilla. Los reyes navarros también le piden protección. Todavía en el siglo XVII, en medio de un gran debate sobre el patronazgo de España, san Millán volverá a ser proclamado Patrón de Castilla, y por lo mismo, co-patrón de España.